Para obtener un análisis del sector,Portal fruticola conversó con Pablo Campino, jefe del programa de ciruelas de PacificNut.
Explicó que la industria de las ciruelas chilenas correspondiente al 2024 se encuentra casi cerrada, “la cual partió un poco lenta y fue avanzando en el segundo semestre con mayor rapidez, por lo tanto, se pudieron vender todos los volúmenes esperados a los mercados”.
Desde el punto de vista agronómico, Campino señaló que actualmente los huertos están con fruta bien definida. "Tuvimos una buena condición de invierno, sobre todo de horas frío, lo cual nos permitió tener una muy buena floración. Luego, el clima durante la primavera fue bastante positivo, lo que nos ayudó a tener una muy buen cuaje y una muy buena carga frutal en los huertos".
Agregó que fue un año con buenas precipitaciones durante el invierno, “entonces hay buena acumulación de agua en los suelos y en la cordillera, así que creo que tenemos todos los factores para tener una buena temporada 2025, con buenos volúmenes y calibres”.
Respecto al inicio de la próxima temporada, comentó que proyectan que la cosecha comience cerca del 15 de febrero de 2025, para luego dar paso al proceso de deshidratado en marzo, “que esperamos sea caluroso y nos acompañe en el secado de la fruta”.
cerezas chilenas
Añadió, que existe un volumen de fruta colgada en los árboles similar al año anterior, “pero la gran diferencia la estamos visualizando en la conversión de la fruta fresca al deshidratado".
"El año pasado tuvimos fruta con menor materia seca, por lo tanto, al deshidratarla, nuestra conversión en vez de ser 3 kilos frescos a 1, fue prácticamente más cerca de 4 kilos frescos a 1”.
En esa línea fue claro al decir que “hoy estamos viendo que tenemos buenas cargas, similares o mejores incluso que el año anterior, por lo que proyectamos una conversión a deshidratado mucho mejor que el año pasado. Además hasta ahora se están dando las condiciones para tener una mejor calidad de fruta y calibre”.
Desafíos de las ciruelas chilenas
Dado el sitial en el que se encuentra Chile en la industria de ciruelas deshidratadas, los desafíos no desaparecen. A juicio de Campino, “los principales desafíos son el clima, sumado a tratar de ser lo más eficiente respecto a los costos y las producciones; tenemos que buscar ese equilibrio”.
Respecto a la rentabilidad del negocio, enfatizó que en los últimos años se a dado de buena forma. "Este año, como los resultados de la fruta no fueron tan positivos, los productores quedaron muy ajustado en sus márgenes económico, entonces cuesta partir una temporada de buena forma cuando estamos con las cajas muy ajustadas”.
Rentabilidad fresco o deshidratado
Actualmente la industria ha dado un vuelco respecto a la rentabilidad del negocio, ya que la fruta se puede destinar a fresco o a deshidratado. “Creo que los dos negocios pueden convivir de buena forma. Por ejemplo, si un productor tiene un huerto de hace muchos años que lo plantó pensando en mecanizar y destinarlo 100% a deshidratado, hoy puede hacer ciertos trabajos de regulación de carga, pensando en hacer un 10 a un 20% de fruta fresca y el resto dejarlo para deshidratado”.
Argumentó que el modelo funciona bastante bien y le ayuda al productor a tener una mayor rentabilidad de las hectáreas productivas. Indicó que algunos productores apuestan más a la fruta fresca y otros más al deshidratado, lo que "va a depender de cada uno y de los manejos que realicen en los huertos”.
Desde su perspectiva, la fruta fresca es una gran oportunidad por la demanda de China, ya que Chile se encuentra en contra estación.
“Además, ellos también son productores, por lo tanto creo que hay una buena oportunidad en el mundo de las ciruelas frescas, pero hay que alinear un poco la industria del deshidratado con el fresco, tanto a nivel de las exportadoras, de los productores, porque se han cometido muchos errores y sigue cometiendo desde el punto de vista de calidad”.
Señaló que existe un punto importante para poder obtener la máxima rentabilidad para el productor, donde la clave es la calidad de la fruta que "estamos destinando al negocio de las ciruelas frescas”, dijo.
Respecto a la fruta deshidratada, el jefe del programa de ciruelas de PacificNut, comentó que ha sido un negocio bastante estable en los últimos cinco años, “muy por sobre su retorno histórico, por lo tanto lo hace súper atractivo”.
Agregó que “Chile es el principal productor y exportador del mundo, por lo tanto es determinante la producción del país a nivel mundial. Tenemos ventajas competitivas muy buenas respecto al clima, los suelos y la mecanización, lo cual lo hace tener muy buena productividad y aún más rentable el negocio”.
Mercados
Otro punto que destaca en la industria de las ciruelas chilenas, tiene relación con la diversificación de mercados. "A nivel de mercado es súper atractivo, porque tiene un mercado bien amplio, no depende solamente de algún segmento en particular; se comercializa muy bien en Europa”.
En cuanto a China, dijo que en las últimas cuatro temporadas ha crecido enormemente. También se abrió el mercado de India, que tiene la principal población del mundo, “por lo tanto, hay mucho por hacer todavía”.
Argumentó que la industria también debe sumar mercados como Brasil, México y Canadá, que también son grandes, “lo cual permitir colocar distintas calidades y calibres por todo el mundo”.
Desde su perspectiva, el equilibrio está en tener retornos de la fruta fresca, idealmente sobre 1 dólar a 1.20 dólares, “para que sea realmente conveniente y también hemos tenido retornos más bajos que son perdidas para el productor”.
Explicó que en el caso de las ciruelas deshidratadas la última temporada obtuvieron precios sobre los 2 dólares, “lo cual creo que son precios históricos”.
Proyectó que los promedios de la fruta deshidratada van a estar entre 1.40 a 1.50 dólar / kilo, “siendo el punto más bajo quizás de los últimos años, pero igual sobre el promedio histórico de la ciruela deshidratada”.
“Chile es líder mundial, por lo que me gustaría que el país se destacara mucho más con un muy buen producto”, concluyó.
