El BNA difundió su balance al 31 de diciembre de 2023, del cual se desprende que, en el último año de la gestión anterior, los préstamos al sector privado se redujeron al mínimo histórico: 25,8% sobre el total de los depósitos. Al mismo tiempo, la irregularidad de la cartera de préstamos se incrementó al 12,2%, lo que representa un deterioro en comparación al resto del sistema financiero.
Mientras que el BNA restringía los préstamos a familias y PyMEs, adquirió Leliqs y títulos públicos para financiar el déficit del Tesoro Nacional. Al cierre del ejercicio, la entidad exhibió una ganancia que equivale a los USD 2.200 millones o 47% sobre el capital, que provino en su mayor medida de los títulos públicos, acorde con la política monetaria vigente en la gestión anterior, que direccionó a los bancos a financiar el déficit del Gobierno.
En este sentido, el presidente del BNA, Daniel Tillard, aseguró que "el reordenamiento económico en curso del Gobierno del presidente Javier Milei está generando un cambio sustancial del negocio bancario. El desempeño del BNA debe basarse en el aumento de los préstamos a favor de las PyMEs y las familias y simultáneamente lograr mayor eficiencia en sus operaciones”.
Por último, subrayó: “la transformación en Sociedad Anónima es imprescindible para el crecimiento, para alcanzar eficiencia y mejorar la transparencia en la gestión del Banco”.
En sus orígenes, el BNA fue fundado hace 132 años por iniciativa de Carlos Pellegrini con el objetivo de estar al servicio de la industria y el comercio y a favor de los pequeños industriales.