Al llegar al Salón de los Bustos, el presidente Mauricio Macri hizo una pausa para mirar a la cámara oficial que lo esperaba y dejar una frase sugestiva, poco después difundida por la red social Telegram. "¡Acá se trabaja!", dijo el primer mandatario con una media sonrisa antes de subir las escaleras para llegar a su despacho, en el primer piso de la Casa Rosada.
A pesar de la contundencia del paro de la CGT , el Gobierno dio ayer señales muy claras de que no habrá cambios en su política económica, más allá de la reapertura de paritarias que se hará "sector por sector". Prefirió concentrar sus críticas en los impulsores de la medida, a quienes el ministro de Trabajo, Jorge Triaca , acusó de estar motivados por "cuestiones políticas" y de querer "volver al pasado", en clara referencia al gobierno kirchnerista.
"No contribuyen a nada, no suman porque no creo que haya habido un gobierno
con tanta preocupación por fortalecer los empleos que tenemos y crear nuevos",
dijo el Presidente en Tandil, su ciudad natal, a la que llegó bien temprano
junto a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal .
Sin referencias a las consignas del paro, como las críticas al "ajuste" acordado por el FMI , Macri y Vidal criticaron duramente al sindicalismo en una conversación con la radio Eco de Tandil, donde más tarde hablaron "mano a mano" con productores y visitaron el hospital local, refaccionado y puesto a punto por Jorge Blanco Villegas, fallecido tío del Presidente.
"No siento que estemos en confrontación con los docentes, sí con desacuerdos con los dirigentes gremiales", dijo Vidal. El Presidente tomó la posta y reivindicó la actividad de las mesas sectoriales como herramientas para llegar a acuerdos, sin ubicar a la CGT como interlocutor. "Se crearon 600.000 puestos de trabajo, tuvimos un problema (económico), el mundo nos cambió las variables, nos agarró la sequía, pero vamos a retomar la senda del crecimiento, y la forma de hacerlo es sentarnos alrededor de una mesa", afirmó.
Macri y Triaca siguieron las alternativas desde la reunión de coordinación,
pasadas las 11, y más tarde vieron la conferencia de prensa de los caciques
sindicales. "Estaba tranquilo, era algo que ya se preveía", afirmó a LA NACION
un funcionario en referencia al estado de ánimo del Presidente.
En diálogo con los periodistas de la Casa Rosada, el ministro de Trabajo reivindicó la actitud dialoguista del Gobierno, pero dejó en claro que no se está pensando en un llamado a la CGT en forma inminente. "Tenemos vocación de diálogo, el viernes seguimos con el sector automotriz, la semana que viene con energía eólica, las otras semanas con las industrias. Trabajamos sector por sector porque las necesidades de cada uno deben ser atendidas, y con la CGT también lo haremos siempre que encontremos un mecanismo y que se entienda que el Gobierno tiene que cuidar los recursos fiscales", dijo Triaca.
Macri y Triaca reiteraron que habrá reapertura "libre" de paritarias, anticipada días atrás. "Cada industria, cada empresa, cada sector, tiene que discutir su paritaria, es libre, y esperamos que se cuide el salario de la gente. Distinto es el rol del Estado (...), lo que empezamos a internalizar es que esta mochila que no nos deja crecer es el déficit fiscal, gastamos más de lo que ganamos", dijo Macri.
Más allá de las concesiones a futuro, hubo críticas para los sindicalistas combativos, que según las encuestas que maneja el Gobierno están con su popularidad por el piso. "Me parece que están hablando como dirigentes políticos, no como dirigentes sindicales", afirmó Triaca ante una pregunta de LA NACION. Para Rubén Sobrero, el gremialista ferroviario que prometió "luchar hasta que caiga este gobierno", hubo un párrafo aparte. "Esto demuestra las actitudes poco democráticas de algunos", afirmó. Y criticó los piquetes organizados por los partidos y sindicatos de izquierda. "Una cosa es el derecho a huelga y otra interrumpir el derecho a trabajar, eso es un delito", dijo Triaca.
La actividad en la Rosada prácticamente fue normal. E incluyó una reunión de seguimiento con Carlos Vignolo, titular del Plan Belgrano.
En Tandil, un Mauricio Macri relajado y fuera de micrófono llegó incluso a pronosticar que Argentina derrotará hoy a Nigeria por 2 a 0. Un resultado que el Gobierno espera casi tanto como la recuperación de la economía.
Otras voces
Bullrich denunció que intentaron armar disturbios
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció que en La Matanza intentaron "generar disturbios" en las protestas y cortes por el paro, e informó que efectivos de la Gendarmería secuestraron una camioneta y un arma calibre 22. "Así se preparaban en #LaMatanza para generar disturbios en el marco de las medidas de protesta", escribió la ministra a modo de epígrafe de dos fotografías que mostraron la camioneta y el arma de fuego secuestradas.
"Nosotros no paramos", el mensaje de Carrió
La diputada Elisa Carrió rechazó la huelga a través de un mensaje en Twitter: "¡Nosotros no paramos! Trabajando en casa con empresarios fabricantes de maquinarias agrícolas de la provincia de Santa Fe. ¡Debemos fomentar las pymes ligadas al agro con alto valor agregado y potencial exportador!", escribió. El día anterior, Carrió había subido una foto de Hugo y Pablo Moyano con un video con un mensaje contra la corrupción del conferencista mexicano Miguel Cornejo.
Moyano: "Con Cristina comía todo el mundo"
El sindicalista Hugo Moyano aseguró que en el gobierno de Cristina Kirchner "comía todo el mundo y ahora hay gente que no come". Así, horas antes del inicio del paro envió un mensaje de acercamiento a la expresidenta, con quien estuvo fuertemente enfrentada. Durante su participación en el programa de televisión Debo decir, Moyano dijo que no quiere que se vaya Macri, sino que haga cosas "que no causen dolor" y "escuche a la gente".
Por: Jaime Rosemberg